De la mano de Amo descubrir canciones, blog amigo de la casa, me enteré que The Flimings Lips, junto a algunos de sus amiguillos, editaron un disco tributo (¿?) nada más ni nada menos que a Pink Floyd. Claro que no se trata de un homenaje cualquiera ya que el grupo norteamericano se propuso registrar The dark side of the moon a su manera, imprimiéndole su estilo propio y vaya si lo logró. El resultado final es un disco que a algún que otro purista puede asustar por la distorsión de las guitarras y de los sintetizadores. Pero la musicalidad de las canciones no se pierde, ni bien comienza un tema te das cuenta de cuál se trata, no hay nada raro detrás.
Sin embargo, en una primera escuchada este disco no me dio la sensación de haber sido pensado con la idea de transmitir el hilo conductor - el concepto de nacimiento, vida y ocaso de las personas - con el que Pink Floyd registró el disco original allá por 1973. Quizás el objetivo de The Flimings Lips y compañía haya sido ese: grabar un puñado de canciones más allá de la idea conceptual que rodeó a El lado oscuro de la luna hace más de 35 años.
Como bien señala AMC, esta no es la primera oportunidad en la que una banda decide homenajear a uno de los mejores discos de la historia del rock. Allá por 2003 la banda de reggae Easy Star All-Stars dio a conocer Dub side of the moon, y como su nombre lo indica se trató de un disco en clave dub sobre el trabajo discográfico más celebrado de Pink Floyd.
Reversionar discos clásicos de la historia del rock no es ninguna novedad. Desde hace un tiempo a esta parte Beck también se juntó con varios amigos suyos con la idea de tributar a grandes bandas del rock. Alguno de sus aportes son las grabaciones de discos de Leonard Cohen y Velvet Underground, entre otros. Cada vez que sale un homenaje/tributo anda dando vueltas la vieja pregunta: ¿cuál es mejor, el original o el cover? Casi siempre – por no decir siempre – prefiero el primero porque allí surge la obra, se concibe en un momento y lugar determinado. En definitiva, dicen por ahí que sin el original no hay copia. Pero mejor, juzguen ustedes mismos.
Sin embargo, en una primera escuchada este disco no me dio la sensación de haber sido pensado con la idea de transmitir el hilo conductor - el concepto de nacimiento, vida y ocaso de las personas - con el que Pink Floyd registró el disco original allá por 1973. Quizás el objetivo de The Flimings Lips y compañía haya sido ese: grabar un puñado de canciones más allá de la idea conceptual que rodeó a El lado oscuro de la luna hace más de 35 años.
Como bien señala AMC, esta no es la primera oportunidad en la que una banda decide homenajear a uno de los mejores discos de la historia del rock. Allá por 2003 la banda de reggae Easy Star All-Stars dio a conocer Dub side of the moon, y como su nombre lo indica se trató de un disco en clave dub sobre el trabajo discográfico más celebrado de Pink Floyd.
Reversionar discos clásicos de la historia del rock no es ninguna novedad. Desde hace un tiempo a esta parte Beck también se juntó con varios amigos suyos con la idea de tributar a grandes bandas del rock. Alguno de sus aportes son las grabaciones de discos de Leonard Cohen y Velvet Underground, entre otros. Cada vez que sale un homenaje/tributo anda dando vueltas la vieja pregunta: ¿cuál es mejor, el original o el cover? Casi siempre – por no decir siempre – prefiero el primero porque allí surge la obra, se concibe en un momento y lugar determinado. En definitiva, dicen por ahí que sin el original no hay copia. Pero mejor, juzguen ustedes mismos.