Que el mundo es una mierda no es ninguna novedad, ¿verdad? Podríamos decir que esta afirmación es una verdad irrefutable. Pero si el mundo es una mierda, ¿quién tiene la culpa de que sea así? ¿Los terroristas que ponen bombas? ¿Los líderes políticos que en nombre de la paz atacan a los terroristas? ¿Los chinos? ¿Los africanos? ¿Los judíos? ¿Los antisemitas? ¿Los sudacas? ¡Alguien que me diga quién tiene la culpa de que el mundo sea una mierda!
Al parecer nadie tiene una respuesta precisa, entonces es hora de sacar conjeturas. El mundo puede ser una mierda según el cristal con el que se lo mire. Para algunos puede ser efectivamente una mierda y para otros no es una mierda. En definitiva, tiene que ver con una cuestión de humores. Cuando uno está de mal humor todo le parece una mierda, incluso el mundo en el que habita. Ahora bien, cuando uno está en un buen día las cosas no le parecen una mierda.
Entonces si las reglas de la lógica no me fallan quien tiene buen humor no cree que el mundo sea una mierda. Si no cree que el mundo sea una mierda estaría refutando la oración con la que comenzó este texto. Pero si decimos que el mundo es una mierda es una afirmación irrefutable significa que los que creen que el mundo no es una mierda están equivocados. Pues, negar que el mundo sea una mierda es una falacia porque la afirmación de que el mundo es una mierda es una verdad irrefutable.
Por lo tanto quienes están errados en su manera de ver el mundo son los que no creen que el mundo sea una mierda. A su vez quienes no creen que el mundo sea una mierda son los que están de buen humor. ¿Y quiénes son los que están siempre de buen humor? Los optimistas. ¿Quién más puede estar de buen humor a sabiendas de que el mundo es una mierda? Sólo los optimistas, por supuesto.
Al parecer nadie tiene una respuesta precisa, entonces es hora de sacar conjeturas. El mundo puede ser una mierda según el cristal con el que se lo mire. Para algunos puede ser efectivamente una mierda y para otros no es una mierda. En definitiva, tiene que ver con una cuestión de humores. Cuando uno está de mal humor todo le parece una mierda, incluso el mundo en el que habita. Ahora bien, cuando uno está en un buen día las cosas no le parecen una mierda.
Entonces si las reglas de la lógica no me fallan quien tiene buen humor no cree que el mundo sea una mierda. Si no cree que el mundo sea una mierda estaría refutando la oración con la que comenzó este texto. Pero si decimos que el mundo es una mierda es una afirmación irrefutable significa que los que creen que el mundo no es una mierda están equivocados. Pues, negar que el mundo sea una mierda es una falacia porque la afirmación de que el mundo es una mierda es una verdad irrefutable.
Por lo tanto quienes están errados en su manera de ver el mundo son los que no creen que el mundo sea una mierda. A su vez quienes no creen que el mundo sea una mierda son los que están de buen humor. ¿Y quiénes son los que están siempre de buen humor? Los optimistas. ¿Quién más puede estar de buen humor a sabiendas de que el mundo es una mierda? Sólo los optimistas, por supuesto.
A la sazón de los resultados lógicos concluimos que los optimistas viven equivocados. Puesto que miran el mundo desde un lugar incorrecto. Y si tienen una visión del mundo errónea quiere decir que no están observando la realidad tal como es. Y si no miran la realidad tal como es quiere decir que no la van a modificar porque para ellos no es una visión errónea. Y si la realidad es que el mundo es una mierda y que no van a cambiarla significa que el mundo seguirá siendo una mierda. Continuará siendo una mierda por culpa de los optimistas.