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30 abril 2012

Pisco, ideales y amor a la Patria en el mismo cóctel

Cuatro señoras muy aseñoradas y doradas por el sol regresan de cenar. Se acomodan alrededor de una mesa de vidrio en un hostal de Cerro Azul. Cada una pide un trago para amenizar la velada. La voz cantante del grupo abre el juego de la charla y dispara que “los jóvenes ya no tienen ideales”. Armada de un pisco sour en su mano derecha la mujer de unos sesenta y tantos y pelo furiosamente negro agrega que “van derecho a la corrupción”.

El resto de las compañeras de ocasión asienten con la cabeza al tiempo que también degustan el cóctel por antonomasia del país. Tras su primera intervención se envalentona y la mujer lanza lo que para ella es el problema: la falta de amor por la bandera. “En la instrucción pre militar les enseñaban a querer a su país. Ya no enseñan instrucción cívica”, acota tras un nuevo generoso sorbo a su trago espirituoso.

Sin embargo, la señora reconoce que los tiempos cambian y que “ahora es otro lenguaje”. Ante el distinguido público que sigue de cerca su relato cuenta que un sobrino suyo la aceptó en Facebook. Pero para su sorpresa el “chico serio” de 14 años no utiliza las palabras justas para la personalidad que su tía creía que tenía.

“Las cosas que se dicen ahí me chocan”, agrega la mujer en referencia al trato del joven novel con sus pares dentro de la red social. Para ella hay una solución: “acercarse y entender de qué se trata”. Sus tres compañeras de velada vuelven a asentir con la cabeza sus sabias palabras. “Eso haría si fuese la madre”, dice dándole el último trago a su pisco sour.

23 abril 2012

Consejos de un viejo lobo de mar


Son las ocho de la noche en Cerro Azul, un pequeño pueblo pesquero a unos 130 kilómetros de Lima. Tenemos hambre y sólo hay un restaurante abierto: “La anchoveta azul”. En el restaurante hay una única mesa ocupada —además de la nuestra—. Dos mujeres y un hombre conversan animadamente con una botella una botella ¾ de Cusqueña de por medio.

No hay mucho para elegir en el menú porque es lunes y no hay cocinero. Sin embargo, Efraín, el dueño del lugar, se ofrece para prepararnos unas anchovetas fritas con papas fritas. Aprobamos la sugerencia y se derrumba de un plumazo la idea de una cena liviana.

Cerro Azul es una localidad cuyo mejor momento fueron los años sesenta. Durante esa época, como la gran mayoría de los pobladores, Efraín se ganó la vida como pescador. A sus 71 años regentea un local pegado al muelle y se define como el promotor de la anchoveta. Gracias a Efraín nos enteramos de que este pez cuenta con la cantidad de Omega 3 diaria necesaria para una dieta saludable.

—Comiendo tres filetes por día uno se mantiene sano. A los niños deberían darles filetes de anchoveta y vayan a ver ustedes lo sanos que crecen.

Según Efraín, Perú desaprovechó la oportunidad de imponer este pez como el principal motor económico del país. El gran salto podría haber sido en la década del ochenta. De esos años, Efraín no guarda recuerdos positivos de Alan García, el presidente a quien le achaca no haber difundido la anchoveta: “Nunca debe haber probado una porque estaba gordo como un cerdo”.

20 abril 2012

Última estación: Esperanza (no cerramos los ojos)

En la misma estación hay dos entradas. En una de ellas los pasajeros conforman una auténtica torre de Babel. En la otra están los otros, quienes en realidad son los propios pero ajenos en su territorio. Así está estipulado: cada grupo en su andén y sin chistar.

Todos los pasajeros que abordan el tren en Aguas Calientes están molidos de cansancio. Los de Babel por estar horas recorriendo la ciudadela de Machu Picchu. Los propios pero ajenos por trabajar a sol y lluvia.

En la formación de los mil idiomas un grupo de animados rusos se ríen y muestran sus fotos con el imponente Wayna Picchu de fondo. Uno de ellos pide un whisky en vez de vodka y un servicial mozo se lo alcanza hasta su cómodo asiento. En cambio, en el tren de los propios pero ajenos casi no charlan porque el dolor de sus huesos no los deja hablar.

17 abril 2012

La danza de los presidentes


“Ahora la cosa esta mejor”, me cuenta Fernando, mientras nos alejamos de Cusco rumbo a Pisac. “Digamos que en el Perú hay trabajo, pero no te imaginás lo que era en la época de Alan García”, agrega este apasionado por la historia de los incas y del pueblo quechua. Según él, durante el primer gobierno del mandatario — del ’85 al ’90 —, el país llegó a tener hasta un 1.000% de inflación: “era una locura”, enfatiza Fernando tomándose la cabeza.

Siendo licenciado en turismo comenzó a trabajar en el rubro en el 2000. Si bien durante muchos años lo suyo era exclusivamente guiar turistas por el Camino del Inca, con el paso del tiempo su rodilla derecha le pasó factura y debió abandonar esa práctica. Por esos años, Alberto Fujimori ya era cuestionado por la opinión pública y empezaba a despedirse como presidente de Perú en medio de un escándalo tras otro.

El recuerdo de esa época no es la mejor para Fernando porque “su gobierno fue muy corrupto”. Por eso destaca como un gran avance para la Justicia que Fujimori sea juzgado por casos de corrupción y por su actuación contra Sendero Luminoso. “El tipo era un verdadero sanguinario: quien estuviese sospechado de terrorista era aniquilado”, señala respecto a las maniobras del otrora presidente peruano frente a la organización de Abimael Guzmán.

Actualmente Fernando prefiere recorrer el Valle Sagrado a bordo de una camioneta contándoles a los visitantes la historia de cada ciudad asentada en los alrededores de Cusco. Faltan pocos kilómetros de llegar a Pisac y le consulto a Fernando sobre el actual presidente, Humala. Para él, Ollanta aún tiene crédito a su favor porque asumió “recién el año pasado”. Sin embargo, advierte que “no la tiene fácil”. “En las elecciones había que elegir entre él y Keiko”, grafica Fernando sobre la segunda vuelta en la que el ex militar venció a la hija de Fujimori obteniendo el 51,4% de los votos.

En los días previos al balotaje asegura que para muchos era “como elegir entre el Cáncer o el Sida”. Le pregunto por quién votó él y, con una cintura que cualquier canciller del mundo envidiaría, sólo atinó a contestar que “todavía ninguna de las enfermedades tiene cura”. Para Fernando los peruanos aún “le achacan a Ollanta que sea amigo de Chávez” y cuenta que el actual mandatario peruano decidió cambiar su imagen para las pasadas elecciones eligiendo “poner a Lula como su espejo”.

En los matutinos peruanos la primera dama, Nadine Heredia, es noticia por anticipar vía Twitter anuncios que su marido aún no había comunicado a la población. Le pregunto a Fernando sobre el tema y me dice que “ella es la que lleva los pantalones en el Gobierno”. Además, asegura Nadine “será candidata presidencial en 2016”.

Vía Ciudad Pintada

12 abril 2012

El mismo vuelo


Todos los aeropuertos del mundo son iguales, pero distintos. Y el de Lima no es la excepción. Una publicidad con una imagen de Miraflores promociona al Jorge Chávez como la mejor terminal aérea de Sudamérica. Una encuesta realizada a pasajeros de todo el mundo a través de Internet eligió en 2010 y 2011 al aeropuerto de la capital de Perú como el más cómodo de la región.

Allí está el artesano que llega desde Arequipa llevando una caja con sus trabajos. Pregunta a qué hora sale el vuelo a Cusco y uno de los trabajadores de la aerolínea le responde que no podrá ir en el avión con esa bulto”. El hombre dice que son frágiles y que por eso no puede despacharlo a la bodega. En el asiento de enfrente, una señora de unos 50 años de edad también aguarda su viaje hacia la ciudad emblema de los incas. Visitará a una hermana que desde hace una semana se encuentra gravemente enferma.

La aerolínea anuncia que en menos de una hora los pasajeros a Cusco abordarán su vuelo por la puerta 13. Mientras, un hombre mira por enésima voz la foto de su nieta recién nacida. Acaba de llegar desde Madrid, donde estuvo viviendo cinco años. Pero la crisis ibérica golpea fuerte, principalmente a los que no son de allí. Sin trabajo, regresa a su país a la espera de un futuro mejor. Le han dicho que la cosa mejoró en los últimos tiempos, sin embargo, para él las cosas en Perú nunca van a mejorar.

Los aeropuertos son todos iguales: controles de migración; tarjetas de embarques; entrega de equipajes; más controles y diferentes razones para viajar.