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30 abril 2012

Pisco, ideales y amor a la Patria en el mismo cóctel

Cuatro señoras muy aseñoradas y doradas por el sol regresan de cenar. Se acomodan alrededor de una mesa de vidrio en un hostal de Cerro Azul. Cada una pide un trago para amenizar la velada. La voz cantante del grupo abre el juego de la charla y dispara que “los jóvenes ya no tienen ideales”. Armada de un pisco sour en su mano derecha la mujer de unos sesenta y tantos y pelo furiosamente negro agrega que “van derecho a la corrupción”.

El resto de las compañeras de ocasión asienten con la cabeza al tiempo que también degustan el cóctel por antonomasia del país. Tras su primera intervención se envalentona y la mujer lanza lo que para ella es el problema: la falta de amor por la bandera. “En la instrucción pre militar les enseñaban a querer a su país. Ya no enseñan instrucción cívica”, acota tras un nuevo generoso sorbo a su trago espirituoso.

Sin embargo, la señora reconoce que los tiempos cambian y que “ahora es otro lenguaje”. Ante el distinguido público que sigue de cerca su relato cuenta que un sobrino suyo la aceptó en Facebook. Pero para su sorpresa el “chico serio” de 14 años no utiliza las palabras justas para la personalidad que su tía creía que tenía.

“Las cosas que se dicen ahí me chocan”, agrega la mujer en referencia al trato del joven novel con sus pares dentro de la red social. Para ella hay una solución: “acercarse y entender de qué se trata”. Sus tres compañeras de velada vuelven a asentir con la cabeza sus sabias palabras. “Eso haría si fuese la madre”, dice dándole el último trago a su pisco sour.