¿Qué hacer durante un viaje en tren? Leer, escuchar música o mirar el paisaje urbano, son tres opciones posibles. Otra, comprar golosinas. En un lapso de cinco estaciones podemos adquirir desde una fina galletita rellena bañada en chocolate hasta una deliciosa y nutritiva barrara de cereal, pasando por unos caramelos rellenos que son como chicle pero que no son chicles, son caramelos. Al menos esos son los adjetivos que los señores vendedores destacan de sus nobles productos.
– ¿Qué hacés hoy?– pregunta el vendedor de la fina galletita.
– Hoy estoy con los caramelos. – responde su colega de vagón.
– ¿Viniste solo? – inquiere el de la golosina bañada en chocolate.
– Vine con Fatiga que anda con los cereales. – replica el de los caramelos rellenos que parecen chicles.
– Mirá vos, mandale saludos. – dice cordialmente el de las galletitas elegantes.