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12 noviembre 2011

La Tota, la Porota y los dólares


Desde la semana pasada, el Banco Central de la República Argentina dispuso nuevas medidas para la compra de dólares. Desde ahora quines quieran quedarse con un puñado de billetes verdes deberán presentar la documentación pertinente que asegure el aval necesario para hacerlo. Debido a esta medida los bancos se vieron “invadidos” por personas que desean adquirir dólares. En ese contexto dos señoras muy aseñoradas se encontraron en una atestada fila de una entidad bancaria y amenizaron el tiempo de espera charlando de bueyes perdidos.  

— Cuánto que tardan en atender acá. Hace veinte minutos que estoy y la fila no avanza.
— Es terrible. Encima no funciona el aire acondicionado. Yo me estoy ahogando.
— Una vergüenza, realmente.
— En la sucursal de Liniers pasa lo mismo.
— Claro. Pero ahora ahí no se puede ir. El barrio es un desastre.
— Sí. Es una mugre. Cada vez peor.
—  Está lleno de bolivianos. Antes no era así, antes era un barrio lindo. Yo pagaba los impuestos allá, pero no voy más. Ahora, me voy al shopping de Devoto que hay un Pago Fácil. Te atienden todo el día y el lugar es limpio.
— Mire usted qué cómodo.
— Sí, es cómodo. Pasa que los bolivianos están copando todo. Esta gente vive del Estado, les pagan por tener hijos. Uno para ganar plata tiene que trabajar, pero a ellos la plata se la regalan. Encima vio las camionetas que se compran. Y nosotros no podemos comprar dólares, pero a ellos se los dan. Con mi marido queremos irnos a Europa y no podemos comprar la plata para irnos.
— Es terrible. No sé en qué va a terminar esto porque dicen que se viene otro corralito.
— Mire no sé qué va a pasar. Pero lo seguro es que uno trabaja toda la vida para que después no pueda disfrutar la plata que ganó.