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19 septiembre 2012

Otra vez sin Internet, otra vez sopa

— Es un problema de la señal de afuera. — sentencia categóricamente Raimundo, el técnico que debe revisar por qué la conexión a Internet es tan mala.— La caja del teléfono y el módem están perfectos. No es de acá la cosa.

Raimundo mide 1,90 metros y al subir por la empinada escalera casi se rompe la cabeza contra el techo. Su andar es desganado y su cara estilo Droopy le hace honor. No hace frío para bufanda, pero Raimundo viste una color azul Francia que intenta combinar con un pantalón de vestir negro, camisa al tono y una campera verde petróleo de gabardina.

En búsqueda de la solución al problema de conexión, el hombre que, ya pasó los cuarenta, saca de su mochila negra un módem igual al que tengo desde hace 20 días. Lo prueba y el resultado es el mismo: señal débil, por no decir casi nula. Raimundo resopla, como si el desperfecto en la conexión no fuese ninguna novedad. Levanta el tubo del teléfono, marca una serie de códigos y chequea la información que recibe del otro lado con datos que aparecen en su BlackBerry. Las noticias no son buenas.

— Es un problema de la señal de afuera. — insiste — Los decibeles están por debajo de los que debería tener. Lo ideal es 10 y acá me marca que tenés 8.

Nuevamente levanta el tubo del teléfono. Esta vez, para comunicarse con la compañía proveedora del (deficiente) servicio. Ni hola, ni cómo estás, ni qué tal la familia. Directo a los papeles.

— Te paso el código. Esperá que me perdí. — dice con su tono de voz monocorde, mientras con su mano izquierda se rasca su cabeza entrada en canas.

Raimundo le canta al operador una serie de números y letras y anota lo que le responden.

— Bueno, inicié el reclamo para que te lo arreglen. En 48 o 72 horas debería estar resuelto. Vos llamalos y preguntales por el reclamo. Si te dan vueltas mandalos a la punta del obelisco: que no se hagan los cocoritos. Mostrale los dientes. Yo no soy un tipo violento, — aclara — pero estos tipos me ponen loco.

Con la satisfacción del deber cumplido Raimundo se despide deseándome un buen día y al estrecharme la derecha me deja un consejo:

— Metete en YouTube y poné call center de Arnet. Te morís de risa con las grabaciones.