A fines de la década del ochenta en el noroeste de los Estados Unidos se estaba gestando una movida musical que explotaría iniciada la última década del siglo XX. Estamos hablando de esa corriente llamada grunge. Bajo las influencias del punk rock, un puñado de muchachos desencantados con lo que oían en las radios del momento comenzaron a darle nacimiento a esta movida de música alternativa.
Los padrinos iniciales del movimiento fueron Mark Arm de Mudhoney y Andrew Wood de Mother Love Bone. Ambos sentaron las bases para las explosivas apariciones de quienes los sucedieron en el trono: Pearl Jam, Alice in chains, Nirvana y Soundgarden.
Hacia principios de los noventas los rankings musicales eran dominados por Michael Jackson, Madonna y Bon Jovi, entre otros. Los chicos de la llamada Generación X decidieron colgarse las guitarras y distorsionar su sonido proponiendo así una suerte de reacción a la oleada pop de la época.
Con letras muy personales e introspectivas las bandas comenzaron a lograr un cierto reconocimiento en la zona oeste. Así fue como el salto definitivo se dio en 1991 con la aparición de varios discos del nuevo género musical. El reconocimiento fue tal que el globo musical giró su cabeza hacia la inhóspita zona de Seattle.
Los padrinos iniciales del movimiento fueron Mark Arm de Mudhoney y Andrew Wood de Mother Love Bone. Ambos sentaron las bases para las explosivas apariciones de quienes los sucedieron en el trono: Pearl Jam, Alice in chains, Nirvana y Soundgarden.
Hacia principios de los noventas los rankings musicales eran dominados por Michael Jackson, Madonna y Bon Jovi, entre otros. Los chicos de la llamada Generación X decidieron colgarse las guitarras y distorsionar su sonido proponiendo así una suerte de reacción a la oleada pop de la época.
Con letras muy personales e introspectivas las bandas comenzaron a lograr un cierto reconocimiento en la zona oeste. Así fue como el salto definitivo se dio en 1991 con la aparición de varios discos del nuevo género musical. El reconocimiento fue tal que el globo musical giró su cabeza hacia la inhóspita zona de Seattle.
Los jóvenes inmediatamente se identificaron con el desgarrador sonido de las guitarras y los parches de unas baterías que parecían ser golpeados con cadenas. Sin dudas el mayor mérito del grunge fue la exacta interpretación del inconformismo de muchos jóvenes que no veían un futuro alentador para sus vidas. Con un discurso crudo y sin vueltas el grunge acaparó por unos años la atención de unos cuantos.
Entre los discos infaltables de la discoteca del grunge son: Ten de Peral Jam, Facelift de Alince in chains, Badmotorfinger de Soundgarden, Nevermind de Nirvana, entre otros.
No todo dura para siempre y el grunge no es la excepción. Promediando los noventas la movida pareció perder fuerza, sobre todo tras el suicidio de quien era su figura más reconocida: Kurt Cobain, cantante de Nirvana. Las sucesivas disoluciones de las bandas más importantes del género apagaron el fuego sagrado del grunge. Hoy solo una de ellas sigue en el ruedo, Pearl Jam. De ellos es el video de abajo. El tema se llama Jeremy y pertenece a su disco debut, Ten.