Stevie Ray Vaughan es tal vez uno de los máximos exponentes del blues de los últimos tiempos. Su enorme talento como guitarrista, según los expertos, solo es comparable con el genial Jimi Hendrix. Quien haya oído alguna grabación de Vaughan difícilmente intente reprobar esa afirmación. Las eléctricas melodías que solían salir de su instrumento dejaban atónito a cualquier espectador que se acomodara a disfrutar de su música.
Stevie nació en la ciudad de Dallas, Estados Unidos, el 3 de octubre de 1954. Desde muy pequeño demostró su interés por las seis cuerdas, a los siete años obtuvo su primera guitarra. Su crecimiento como músico se vio nutrido por la gran cantidad de actuaciones que brindó a lo largo y a lo ancho del estado de Texas. Sin lugar a dudas esas interminables noches sobre el escenario terminaron por delinear su virtuosismo y amor por la guitarra.
El reconocimiento como músico tardó en llegarle a Vaughan. Si bien en el mundillo de la música era considerado un excelso guitarrista, varios años debieron pasar para poder editar su primer disco: Texas Flood, lanzado en 1983.
De allí en más la carrera de Vaughan no dejó de crecer. Consolidado con su propia banda, Double trouble, editó otros cuatro discos. Los conciertos brindados por Stevie y sus compañeros se realizaban a sala llena. El virtuoso músico había adquirido una gran notoriedad, la misma había logrado posicionar al blues como uno de los géneros más escuchados tanto en los Estados Unidos como fuera del país norteamericano.
El 27 de agosto de 1990 la tragedia golpeó al mundo de la música. Luego de haber participado de un concierto en la ciudad de Winsconsin Vaughan abordó un helicóptero con la intención de dirigirse hacia Chicago, donde actuaría al día siguiente. La aeronave sufrió un desperfecto técnico poco tiempo después de haber levantado vuelo. Los cinco ocupantes del vehículo fallecieron en el acto.
Luego de su muerte Vaughan se ha transformado en una leyenda de la guitarra. Es un icono ineludible a la hora de hablar acerca de las seis cuerdas. Si me permiten una recomendación, les aconsejo que se tomen diez minutos para ver y escuchar el video en vivo de Stevie Ray Vaughan que está más abajo. El tema se llama Rivera Paradise. El mismo es un claro ejemplo de la enorme calidad de Vaughan como guitarrista.
Stevie nació en la ciudad de Dallas, Estados Unidos, el 3 de octubre de 1954. Desde muy pequeño demostró su interés por las seis cuerdas, a los siete años obtuvo su primera guitarra. Su crecimiento como músico se vio nutrido por la gran cantidad de actuaciones que brindó a lo largo y a lo ancho del estado de Texas. Sin lugar a dudas esas interminables noches sobre el escenario terminaron por delinear su virtuosismo y amor por la guitarra.
El reconocimiento como músico tardó en llegarle a Vaughan. Si bien en el mundillo de la música era considerado un excelso guitarrista, varios años debieron pasar para poder editar su primer disco: Texas Flood, lanzado en 1983.
De allí en más la carrera de Vaughan no dejó de crecer. Consolidado con su propia banda, Double trouble, editó otros cuatro discos. Los conciertos brindados por Stevie y sus compañeros se realizaban a sala llena. El virtuoso músico había adquirido una gran notoriedad, la misma había logrado posicionar al blues como uno de los géneros más escuchados tanto en los Estados Unidos como fuera del país norteamericano.
El 27 de agosto de 1990 la tragedia golpeó al mundo de la música. Luego de haber participado de un concierto en la ciudad de Winsconsin Vaughan abordó un helicóptero con la intención de dirigirse hacia Chicago, donde actuaría al día siguiente. La aeronave sufrió un desperfecto técnico poco tiempo después de haber levantado vuelo. Los cinco ocupantes del vehículo fallecieron en el acto.
Luego de su muerte Vaughan se ha transformado en una leyenda de la guitarra. Es un icono ineludible a la hora de hablar acerca de las seis cuerdas. Si me permiten una recomendación, les aconsejo que se tomen diez minutos para ver y escuchar el video en vivo de Stevie Ray Vaughan que está más abajo. El tema se llama Rivera Paradise. El mismo es un claro ejemplo de la enorme calidad de Vaughan como guitarrista.