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14 enero 2012

Anoche soñé con Luca

Hace más de 45 minutos que espero al chabón este y no aparece. Ya arrancamos mal. Eso no se hace la primera vez que nos vamos a encontrar. Si ya tuviésemos confianza y supiese que siempre llega tarde no estaría esperando al pedo acá como un pelotudo. Pero ya está, no hay otra.

Si el Luis dice que este chabón tiene de la buena hay que creerle. Si hay alguien que sabe de falopa en esta ciudad de mierda, ese es el Luis. Ojalá hubiese venido él también, pero el quilombo con la Violeta esta vez es en serio. ¡Qué mina zarpada! Se limpia un lagarto y no la baja nadie. Encima, cuando le da a las pastas también termina del orto. Con el tema de las recetas truchas la van a agarrar y de esa no sale más. Ahí se le van a venir los quilombos al Luis, sobre todo con el pendejo. ¿Como le explica a una criatura de 5 años que la madre está presa porque es una drogadicta incorregible?

¡Puta madre! ¿Que hora es, loco? Este chabón del orto no va a venir. Para mí que lo pusieron. Encima, este café de mierda que me pedí no tiene gusto a nada.

Qué olor a pija que hay en este bar de mierda. El Abasto esta cada vez peor. Desde que cerraron el mercado este barrio perdió su gracia. Ahora hay gente rara por acá.

¿Qué onda ese pelado con lentes oscuros y campera de cuero comiendo ñoquis con tuco? Nadie le aviso que hace 40 grados a la sombra.

Y este chabón que no viene, la puta madre. Ya fue, yo me voy a la mierda.