Existen canciones que se pueden escuchar una y mil veces. Por lo general a ese tipo de composiciones se las llama hit, es decir, una canción que es repetida constantemente debido a la aceptación del público (aunque también existen oportunidades en las que la audiencia detesta el tema musical pero igual debe escucharlo hasta en la sala de espera del consultorio médico).
Una de esas canciones inagotables es Boys don’t cry de los británicos The Cure. Sus dos minutos con cuarenta segundos (cronometrados con un reloj suizo) son la combinación exacta de un ritmo pegadizo y sencillo que se clava en el hipotálamo.
La letra cuenta la historia de un hombre que se ha resignado ante la posibilidad de reconquistar el amor de la mujer que ha perdido. A través de la frase keep on laughing / hiding the tears in my eyes / 'cause boys don't cry (riéndome / escondiendo las lágrimas en mis ojos / porque los chicos no lloran) intenta disfrazar su estado de ánimo.
La canción editada en el año 1979 como el segundo simple de la banda en Inglaterra. Un año más tarde formó parte de un disco compilado de la banda bautizado con el nombre del mencionado tema. En los Estados Unidos el álbum fue lanzado con el nombre de Three Imaginary Boys. Ese significaría el debut discográfico de la banda en Norteamérica.
La canción editada en el año 1979 como el segundo simple de la banda en Inglaterra. Un año más tarde formó parte de un disco compilado de la banda bautizado con el nombre del mencionado tema. En los Estados Unidos el álbum fue lanzado con el nombre de Three Imaginary Boys. Ese significaría el debut discográfico de la banda en Norteamérica.